Me enteré googleando de que tortuga viene de "tartaruchus" que en latín significa demonio. Parece que quien las bautizó así lo hizo al verlas salir del barro, pensando que salían del fondo de la tierra, del infierno. Vamos, que si en lugar de una tortuga asoma el hocico un topo de nariz estrellada le da un pasmo.
Y seguro que otro término más cariñoso hubiese elegido si se hubiese encontrado con algunas de estas preciosas tortugas:
Juanito, 6 años
Edu, 6 años
Jorge, 6 años
Juanfran, 5 años y medio
Delia, 4 años
Blanca, 3 años
Enhorabuena por el invento.
ResponderEliminarCreo que con los mismos dibujos de los niños y con su propia fantasía saldrían cuentos infantiles sin colaboración de los adultos.
Gracias, Anónimo. Sí, es sorprendente lo que son capaces de hacer, lo mucho que podemos aprender de ellos.
ResponderEliminar